Este apartamento no es solo un dúplex de dos habitaciones y tres baños: es el símbolo de un sueño cumplido. Fue el primer hogar de una mujer joven que, con mucha ilusión y esfuerzo, dio aquí sus primeros pasos hacia la independencia.
La luz que entra por sus ventanales y la comodidad de sus espacios fueron cómplices de sus mejores momentos: mañanas tranquilas con café en mano, tardes de trabajo acompañadas de su mascota y paseos por los parques que rodean el edificio.
Hoy, su camino profesional la lleva a dejarlo, pero desea que alguien —quizás otro joven con sueños por cumplir— haga de este apartamento su propio comienzo. Porque aquí hay más que metros cuadrados: hay la promesa de una vida cómoda, práctica y rodeada de pequeños placeres como bajar a la esquina por un café o salir a caminar con tu mascota.
Un lugar perfecto para escribir una historia nueva, moderna y llena de ilusión.