Este apartamento fue testigo de una historia de amor que duró más de 50 años. Aquí vivió una pareja que lo compartió todo: alegrías, retos y sus dos hijas, quienes más tarde tomaron su propio vuelo.
Con sus amplios ventanales que inundan de luz cada espacio, este hogar guardó tardes de conversación, celebraciones familiares y silencios cómplices de quienes saben que el amor verdadero se construye día a día.
Con el paso del tiempo, la vida cambió su rumbo: ella enviudó en Estados Unidos y aunque guarda en el corazón la presencia de su esposo incluso desde la distancia, este apartamento permanece como el cofre de sus recuerdos más felices.
Hoy, con serenidad y gratitud, abre las puertas de este espacio en Colina Campestre, rodeado de parques y con la comodidad de tener centros comerciales a solo unos pasos. Un apartamento que fue refugio de amor y unión, y que ahora espera a una nueva familia que quiera llenarlo de vida y escribir su propia historia entre sus paredes luminosas.