Este no es un apartamento cualquiera. Aquí vivió una mujer que hizo de su hogar su refugio de independencia. Cada rincón guarda la calma de sus días: las mañanas llenas de luz en la sala, las tardes de lectura junto a la ventana y las caminatas por los parques cercanos que le recordaban que nunca estaba lejos de la naturaleza.
Con sus tres habitaciones y dos baños, este espacio acogedor fue testigo de una vida serena, de visitas de sus hijos que tanto la quieren y llenan de cariño y ella vive en este su hogar lleno de la tranquilidad que solo da sentirse en casa.
Con su gusto por la comida ella disfrutaba de su cocina cerrada para preparar lo que mas disfrutaba.
Hoy este apartamento espera a alguien que, como ella, valore la calma, la comodidad y la calidez de un lugar diseñado para vivir con plenitud.
Porque en El Batán no solo encuentras un apartamento… encuentras un pedacito de historia que te invita a escribir la tuya.