En este apartamento nuevo, una pareja estrenó su primer hogar junto a su hijo… y dos gaticos traviesos que se convirtieron en los verdaderos dueños de la casa.
Con tres habitaciones y un balcón iluminado, los días aquí fueron pura diversión: el niño corriendo tras sus amigos de cuatro patas, los gatos tomando el sol en la baranda y los papás cocinando en la cocina abierta mientras todo se convertía en un juego familiar.
Las risas, las carreras de los gaticos y el aroma de las comidas caseras hicieron de este lugar un espacio lleno de vida.
Ahora, la familia parte hacia una nueva aventura en otra ciudad, pero deja su apartamento listo para que otra familia —con niños, mascotas o sueños por estrenar— disfrute de la luz, el balcón y la calidez que ellos vivieron aquí.
Porque más que un apartamento, este es un escenario perfecto para que las historias felices sigan creciendo.