En esta casa acogedora de cuatro habitaciones y cinco baños, una familia entera escribió años de recuerdos. Fue el lugar donde una madre fuerte, la matrona, vio crecer a sus hijos entre juegos en el antejardín y comidas familiares en la cocina cerrada, siempre llena de aromas y conversaciones.
Con el tiempo, los hijos crecieron y tomaron sus propios caminos. La matrona, junto a su perro y fiel compañero, convirtió esta gran casa en su refugio silencioso, donde cada espacio guarda la memoria de risas, celebraciones y tardes tranquilas.
Hoy, la casa —amplia, luminosa y lista para una nueva historia— espera a otra familia que quiera llenarla de vida, compartir momentos en sus espacios generosos y aprovechar la calidez que solo un hogar construido con amor puede transmitir.
Aquí no solo encontrarás metros cuadrados. Aquí encontrarás un escenario perfecto para los próximos capítulos de tu vida.