En esta casa llena de luz y rodeada de naturaleza, vive una familia que aprendió a disfrutar de las cosas simples: tardes tranquilas y juegos interminables con su mascota en el jardín.
Los dos adolescentes, con su energía y sueños, convirtieron cada espacio en escenario de vida: desde las risas compartidas en la sala, hasta las conversaciones en el comedor que tiene salida al jardín con BBQ, y en la cocina abierta mientras se preparaba la cena. Sus padres, siempre presentes, encontraron en esta casa el equilibrio perfecto entre la tranquilidad de Chía y la comodidad de un hogar moderno.
Aquí los días son distintos: el tiempo parece ir más despacio, la seguridad del conjunto regala paz y cada amanecer se siente como una nueva oportunidad para crecer en familia.
Hoy, esta familia se prepara para un nuevo capítulo, pero deja atrás un lugar que no es solo una casa, sino un refugio de armonía y unión familiar, esperando a quienes quieran escribir su propia historia en Chía.