Seis ventajas de comprar inmuebles usados en Colombia
Si estás pensando en invertir o tomar la decisión de tener tu vivienda propia, te preguntarás: ¿Cuáles son los mejores proyectos? ¿Cómo están los precios del mercado? ¿Qué zonas son las ideales? Todas estas cuestiones están sujetas a las necesidades según tu estilo de vida y capacidades para adquirirla, pero ¿Por qué comprar vivienda de segunda mano es una excelente opción? Te lo explicamos con seis razones.
Antes de exponerte las ventajas, revisemos la siguiente información para acceder a viviendas en el país y dar contexto. Según el DANE durante el primer trimestre del año 2019 se desembolsaron créditos por un valor de $2.494.797 millones de pesos para compra de vivienda, de los cuales $1.352.295 millones fueron otorgados para la comprar vivienda nueva y $1.145.502 millones fueron dados para vivienda usada.
Además, el Ministerio de Vivienda anunció en el 2020 una medida para reactivar la economía, se trató de la disposición de 200.000 subsidios para la compra de vivienda hasta el 2022. Lo que ha permitido hasta este mes de junio 2020 que 74.000 familias sean propietarias.
Es decir que existen posibilidades y facilidades para que obtengas propiedades que se pueden convertir en tu siguiente hogar sin importar la antigüedad del inmueble. Después de este análisis, ahora sí te exponemos las ventajas de comprar vivienda usada.
Menos demora en la entrega
Con una propiedad antigua puedes mudarte más rápido que si se tratara de una vivienda nueva. Por lo general, puedes disfrutar de él justo después de cerrar el negocio porque es común que estas viviendas se encuentren desocupadas y disponibles.
Mejor ubicación
Las viviendas ya construídas se encuentran en sectores estratégicos, con variedad de servicios como supermercados, centros comerciales, parques con zonas verdes, y otros atractivos. Además hay más opciones de encontrar inmuebles con estas características que proyectos nuevos.
Menor precio
Si ya has realizado la búsqueda para la compra de vivienda te habrás dado cuenta que los proyectos nuevos son mucho más caros. Con las propiedades usadas puedes encontrar con las características que deseas, mismos o más servicios en el edificio, a un menor precio y en el sector que desees. Adicionalmente hay oferta de inmuebles con un año de antigüedad a un valor más asequible, no necesariamente tienen que ser una reliquia.
Ahorro de dinero
De la anterior ventaja se desprende como efecto guardar parte de tu presupuesto, un dinero que puedes destinar para la remodelación de tu espacio y asegurarte de cada detalle para convertirlo en un lugar moderno según tus gustos y necesidades.
Mayor espacio
Las familias eran más numerosas y requerían de espacios más grandes, más habitaciones y zonas sociales independientes. Ahora los proyectos nuevos traen menores áreas y son igual o más caros. Con las viviendas de mayor antigüedad podrás estar más cómodo, y si tu familia es pequeña o piensas vivir únicamente con tu pareja, puedes adecuar las alcobas sobrantes como lugares de trabajo, diversión o zonas para la actividad física.
Facilidades de financiación
De igual forma puedes adquirir tu vivienda propia acudiendo a los créditos hipotecarios que incluso podrán ayudarte a financiar hasta el 70% del valor total del inmueble. También, según el decreto 1072 del 2015, puedes retirar tus cesantías como una contribución a esta posibilidad de invertir.